Prosa sintetizada
El controvertido beso de Rubiales
Serie Las Líderes
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Se acercaba llena de felicidad a recibir su premio muy merecido y le estamparon un beso en plena boca. Un beso baboso que probablemente le hizo correr la saliva desde los labios hasta la mejilla. Ha sido calificado de violencia sexual a causa, entre otras, de la invasión a la intimidad, comparable con la que pudiese cometer una vieja al tratar de aterrizar dentro de la boca de un jovencito… Le estamparon ese beso pegajoso en el mismísimo momento de acercarse a recibir la medalla de oro durante la ceremonia de consagración de España en la Copa Mundial de fútbol femenino… Fue tan súbito que nada pudo hacer, dijo Jennifer Hermoso, la jugadora receptora del basium —voz de origen celta que, en una de sus acepciones, supone un golpe violento—. Esa fue la forma de felicitar al equipo femenino usada por Luis Rubiales, el ahora expresidente de la federación de fútbol de España, quien a modo de excusa luego del revuelo provocado, dijo haber actuado con toda normalidad sin ninguna mala intención, solo llevado por la efusividad del momento. Y allí está el punto… en ese instante comprendí el mensaje de aquella comedia de Sophie Hyde de Netflix “Buena suerte, Leo Grande” (2022), protagonizada por la extraordinaria Emma Thompson (1959), probablemente el mejor papel de su carrera según muchos. Y es que más allá de que el acto de Rubiales deba ser catalogado de delito, hecho que decidirán los jueces, la película de Sophie Hyde aboga, con fino humor, por la creación de un servicio público ofrecido por atractivos hombres adultos para que las mujeres puedan tener sexo —buen sexo— cuando ellas lo decidan… y no cuando lo decidan los demás, lo que trae a la memoria la obligación que el matrimonio tradicional ha impuesto a la mujer desde siempre. Alguna reminiscencia con el muy eficiente servicio de prostitutas prestado por el ejército a sus efectivos acantonados en la selva amazónica peruana para paliar los efectos de sus aguas y reducir los asaltos sexuales sobre la población de la magnífica novela “Pantaleón y las Visitadoras” de Mario Vargas Llosa… ¿Usted qué opina?
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