Copyright © TecniKavege Editions. c.a.

(2:30 minutos de lectura)

   ¡Solo una fórmula estética bastó para su fusilamiento!… Lo irónico es que esa fórmula –de lo local a lo universal– la había aprendido Federico García Lorca (1898-1936) de su amigo Manuel de Falla (1876-1946), el exitoso compositor musical gaditano que logró transformar a su “modesta gitanería local” –El amor brujo– en un gran ballet con amplio reconocimiento internacional. Compositor de quien se ha dicho que logró hacer el brebaje artístico con un poco de exotismo tradicional, trabajando sobre la piedra viva de la cantera folklórica para hacer selecto lo popular... Y también es irónico que se tratara de una fórmula que estaba siendo usada desde al menos un siglo atrás por muchos artistas de gran aceptación mundial como los compositores de música clásica del siglo XIX –Chopin, Mahler, Tchaikovsky entre otros– quienes habían trasladado las expresiones más autóctonas de la música secular hacia formas expresivas universales. Y el joven músico que era Federico lo captó… y fue así como aquel muchacho adinerado que pronto se convertiría en poeta, encontró el camino para convertir la expresión musical en conmovedores versos que difundían universalmente el sufrimiento profundo que desgarraba el alma del ser español de aquellos días. Un sufrimiento que era absorbido desde los primeros instantes de la vida, a través de la leche de las madres y de las nodrizas… quienes vienen “para darnos la primera lección de historia de España y poner en nuestra carne el sello áspero de la divisa ibérica…" (Instituto Cervantes, 2010).  No era esa fórmula una estrategia de venta sino la expresión más pura del espíritu nacionalista que había invadido a Europa y obligaba a voltear la mirada hacia la gente común y sus costumbres, hacia sus expresiones ancestrales originales.  Era un grito a favor de la diferencia y en ese sentido, a favor de la libertad…  Una libertad que estaba siendo conquistada a partir de la Revolución Francesa, Norteamericana y de las revoluciones latinoamericanas… Por lo que el vaso de la paciencia ya hacía años se había rebosado y exponentes muy conocidos y poderosos de la intelectualidad y de la política reaccionaron rabiosamente frente a esa forma de exposición de aquel pueblo español que percibían lleno de gente de mal vivir –chulos y manolas–. Veían en los gitanos y en el flamenco que tan continua aparición hacen en algunas de las obras de Federico García Lorca, igual que en la de muchos otros, algo denigrante que no debía ser publicitado. Y fue así como renació el anti flamenquismo sobreviviendo las muy antiguas incursiones realizadas en contra del pueblo gitano y se vieron publicaciones como: Señoritos, chulos, fenómenos gitanos y flamencos de Eugenio Noel (1919)... Es por ello por lo que la difusión mundial de su sufrimiento por parte del muy exitoso poeta y dramaturgo granadino fue visto por muchos como subversivo –peligrosos avances libertarios– que terminaron costándole la vida al poeta más grande de España.

 

Copyright©Karin van Groningen Chiriboga  

 

Referencias:

Therborn, Göran (enero-febrero 2022). Las paradojas de las socialdemocracias nórdicas. NUSO Nº 297.

https://nuso.org/articulo/las-paradojas-socialdemocracias-nordicas/