Las fiestas venideras y algunos consejos faciales
De la serie Cuentos al atardecer
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Dedicado a mi amiga María Jubés
La importancia de la reunión a la que había sido convocada llevó a mi amiga a darme algunos consejos para mejorar mi apariencia personal y eliminar la gran papada que acongoja a quienes tenemos lo que se describe como “cierta edad”. Acostada con la cabeza en plano —me dijo— con el uso de los nudillos trata de subir lo más que puedas a ese odioso tejido adiposo que pende antiestéticamente bajo tu mandíbula. Movimiento que debes repetir reiteradamente las veces necesarias para devolverlo hasta tu cara —su posición inicial—. Yo seguí al pie de la letra sus instrucciones pudiendo presentarme a la cita obligada con la papada totalmente lisa y un mentón propio de las quinceañeras pero con la casi monstruosa apariencia que provee una abultada mejilla inadecuadamente ubicada a la altura de la sien.
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