Ya a la venta
Controversial novela llena de suspenso y de momentos de terror
“El horror de Federico de estar preso antes de que lleguen a capturarlo. La parálisis que le provoca el miedo…”
Lorca y Dalí ya viejos o... la barrera del idioma
De la serie Ensayos sobre Federico García Lorca
Copyright © TecniKavege Editions. c.a.
(2:50 minutos de lectura)
Solo Dalí (1904-1989) podía arriesgarse a sacar de Granada al poeta Federico García Lorca (1898-1936). Y es que la ciudad en la que se escondía el poeta estaba fuertemente asediada por quienes lo estaban buscando hasta debajo de las piedras, los mismos que acababan de sublevarse contra el gobierno republicano en funciones. Sentía Dalí amor por el poeta y dramaturgo granadino aun a pesar de las palabras y de los actos de agravio que había cometido contra él, y para aquel año, recibía el apoyo de su mecenas, un supuesto hijo de Eduardo VII, quien fuera monarca del Reino Unido y emperador de la India. Es muy probable entonces que parte de esos cuantiosos recursos financieros y diplomáticos de los que disponía Dalí hubiesen movido las piezas requeridas para liberar a Lorca de la reclusión en la que lo pusieron una vez que lo hallaron —en el retén temporal del palacio del arzobispo Moscoso del pueblo de Víznar o antes en la Guardia Civil de Granada—. Y también es muy posible que quienes trabajaban con el padre del poeta en el negocio de la exportación de azúcar lo hubiesen podido trasladar al puerto de la ciudad de Motril —ciudad que acababa de ser rescatada de manos de los sublevados—. ¡Un viaje relámpago que debió parecer como si se esfumase!... Uno de los carretones usados para cargar la caña de azúcar pudo ser el medio de transporte idóneo. Escondido en aquel mar de dulces troncos en los amargos momentos de la guerra entre hermanos. … Lo cierto es que muchos rumores hablaban de ese viaje en el que lo ayudaron a abordar, a toda prisa, una embarcación. Puede que para aquellos momentos Federico hubiese avizorado al destructor Ferrándiz que unas semanas antes, había llegado al puerto para combatir a los sublevados. Que nadie lo hubiese visto en Melilla, habla de que probablemente no usó la ruta abierta desde los tiempos de los fenicios y transitada por los romanos y los árabes desde hace muchos siglos atrás. Seguramente una embarcación privada lo acercó a Marsella y de allí, en carro, a La Rochelle en su viaje a Londres para encontrarse con la casi infranqueable barrera del idioma, más robusta que las murallas medievales que protegían a los pueblos y castillos de los señores feudales. Un idioma que no era problema para el artista plástico que era Dalí, se convertía en un escollo de grandes dimensiones para el poeta que era Federico… Un Federico que además, habría tenido que llegar quebrado por la terrible suerte corrida por sus amigos y familiares y las noticias de la mortífera guerra que acontecía en su país. Intuyendo calladamente la trágica suerte de Rafael Rodríguez Rapún, su último amor… Y tal vez allí planearon la resistencia… ¡Tal vez entre el artista plástico y el poeta crearon al Lorca fusilado!… Tal vez en la casa londinense de Sir Edward James —el aristócrata millonario inglés, supuesto hijo del rey que abdicó por amor— los artistas, maestros en la creación de realidades paralelas, construyeron un mártir inmortal que siempre pesase en las conciencias… ¿Usted qué opina?
Copyright©Karin van Groningen Chiriboga