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    La libertad para elegir, que probablemente al día de hoy todavía siga siendo lo que hace la diferencia de fondo entre un país rico y uno pobre, le fue vedada al gran poeta de España. Y es que las fuerzas políticas habían inventado toda una serie de triquiñuelas —pucherazo le llamaban—para torcer el voto a favor de aquellos de su mismo bando, conflicto que empezó en las urnas electorales y terminó en una despiadada guerra civil, siendo Federico García Lorca una de sus primeras víctimas. La libertad para elegir y no particularmente el sistema económico —socialista o capitalista— estaba entre los ideales más preciados del poeta, quien añoraba a una España rica y próspera para el bienestar de sus trabajadores. Y no se equivocaba, tema sobre el que aún está por ser reconocido… Noruega, un país en el que el Partido Laborista en funciones, se inclina hacia una forma moderada de socialismo, es la muestra actual de un país rico —tan rico que está entre los 10 primeros en PNB per cápita y tiene uno de los niveles de vida más altos del mundo—. Un país en el que bajo un esquema socialista, muchas de sus industrias estratégicas han pasado a manos del Estado, aun cuando no todas, puesto que muchas otras están bajo el régimen de propiedad privada propio de los sistemas capitalistas… lo que termina siendo una expresión práctica de la libertad para elegir —que muchos han llamado paradojas nórdicas (Göran, enero-febrero, 2022). Modelo de pensamiento y de conducta que obliga tanto a los hombres como a las mujeres, heredado desde antes del siglo IX d. de C. que se resaltan una y otra vez  en Los Vikingos, la  serie de Netflix. Libertad nórdica para elegir que se impone en la vida cotidiana y familiar e invade el ámbito político, lo que tal vez explique la notoria participación que han tenido las mujeres en aquellas instancias —actualmente entre la más alta del mundo—. Libertad de elección que a la postre ha terminado produciendo —como le hubiese gustado a ver a Federico García Lorca— un país próspero, gobernado por  una gran cantidad de mujeres y hombres pertenecientes a amplios segmentos de la clase obrera agrupados en coaliciones y partidos minoritarios, cuyos conflictos civiles se resuelven localmente —aun cuando no se niega el derecho a apelar ante un tribunal— y con una monarquía electa y reelecta tantas veces, que para beneplácito de todos, ha resultado ser la más larga de la historia mundial.

 

Copyright©Karin van Groningen Chiriboga  

Referencias:

Therborn, Göran (enero-febrero 2022). Las paradojas de las socialdemocracias nórdicas. NUSO Nº 297.

https://nuso.org/articulo/las-paradojas-socialdemocracias-nordicas/